Y sin embargo se resigno a quererlo, con suspiros de lamento, con nostalgias amargas. La edad arremete violenta entre sus poros, sus ojos nublados, su flaqueza enferma... se resigno a ser querida en lugar de amada. Se conformo con la locura.
Renuncio a ser ave que vuela alto, ya no es el mar que explota en las olas. Es corazon cansado y devastado queriendo ser volcan.