Tenía en mente comenzar a escribir, seguro alguna tontería de mi día a día. Casi siempre estas ganas de entrar al blog y escribir acerca de todo o nada me invaden cuando tengo que hacer las planeaciones, el problema es que hice primero las planeaciones y ahora no recuerdo de qué tenía ganas de hablar. Así que platicaré sobre ser maestra.
Al inicio yo no tenía ganas de dar clases porque sabía que los niños llegaban a desesperarme e inquietarme. Que ahora ya les tomé paciencia, sé cómo trabajar con ellos, cómo atender las necesidades que les surgen en el aula. Yo estaba recién graduada de psicología y seguía escribiendo cuentos de forma religiosa, cuentos que adoraba hacer. Pero no encontraba empleo, el apoyo de casa lo vi disminuir y con justa razón; ya que durante la carrera no necesité trabajar y si lo hice fue por más motivos personales que económicos. Porque aunque teníamos lo justo y muchas veces vestí medio con harapos, de una u otra manera, comida y estudios no me faltaron.
Llevo ya siete años dando clases, empecé como maestra de educación especial, lo cual me fascinó hasta que me cambié a un centro con mayor sueldo pero no me adapté nunca, me sentí sin mucho apoyo, pero eso es harina de otro costal. El hecho es que muchas veces termino arrastrando los pies del cansancio por los dos empleos que tengo, en las mañanas con un sueldo bajo y un colegio con excelente ambiente laboral (bastante difícil de hallar). Y, por las tardes, ya estoy con asesorías psicológicas y las clases de Inglés privadas. Nadie dice que es fácil. Me agrada ser maestra, pero qué cansado es tener dos empleos y llegar a casa a planear en lugar de escribir algo tetricamente lindo.
miércoles, 19 de junio de 2019
miércoles, 12 de junio de 2019
Cómo superar una ruptura amorosa
Son las once de la noche, la humedad del rostro llega a tus labios con un sabor salado y viscoso por la mezcla de mocos y lágrimas que te invade en el día. No se trata de la idílica imagen de la "cara de ángel" con el rimel corrido hasta media mejilla con el pañuelo en la mano, sino de ti, que tienes hasta el brasier moqueado.
¿Qué hacer para calmarse?
Bien, porque en lugar de hacer las planeaciones, estoy aquí contándoles una anécdota con toques de ficción (o no...😬🙊). Gocen porque puede que ni planee y tenga que improvisar con mandalas el resto de la semana. Así que vamos, 5, 4, 3, 2...
Ya te dolió hasta lo más profundo de tu ser que llega justo a las entrañas donde las tripas se te retuercen y excretan la material fecal. ¿Qué hacer? Ya le lloraste al hombre de tus sueños que al pasar los años te darás cuenta de que sólo tenía cuerpo de perro parado. Pero qué importan los días futuros si bien podríamos morir mañana, así que te presento la receta mágica para olvidarlo, pero cuídado con los efectos colaterales.
Ya sécate el moco con lo primero que halles, ya perdiste la dignidad, así que si quieres aviéntalo como albañil al suelo, tú trapeas, ni quién te reclame.
Nadie te mira, estás sola en tu cuarto, prende la tele. ¿Hay algo bueno? Explora canales, busca hasta en aquéllos que no deberías ver. ¿Película erótica? Nadie te juzga, dale. Muy bien, chica de tabledance, enamorándose del chofer, el chófer y la amiga tienen una especie de frotamiento extraño que pareciera porno cristiano y es interpretado como sexo, la protagonista huye lejos... lo extraña, como tu extrañas al narigón ése que te hizo encabronar... cambia el canal. Ok, este canal sí tiene acción... es trucutrú real... se ve bien, todo marcha muy bien, ya estás tranquila, la película tiene buena trama, ¡Vaya, eso es nuevo! pero si eso es nuevo... ¡Ese actor... esa cosa... ! ¿podría ser él? No no no. Cambia canal, qué haces, no esperes ver su rostro, cambia el canal, busca a los teletubbies, anda... ¿Será tu ex o un doppelganger genital? Al menos el actor también tuvo cuerpo de perro parado.
¿Qué hacer para calmarse?
Bien, porque en lugar de hacer las planeaciones, estoy aquí contándoles una anécdota con toques de ficción (o no...😬🙊). Gocen porque puede que ni planee y tenga que improvisar con mandalas el resto de la semana. Así que vamos, 5, 4, 3, 2...
Ya te dolió hasta lo más profundo de tu ser que llega justo a las entrañas donde las tripas se te retuercen y excretan la material fecal. ¿Qué hacer? Ya le lloraste al hombre de tus sueños que al pasar los años te darás cuenta de que sólo tenía cuerpo de perro parado. Pero qué importan los días futuros si bien podríamos morir mañana, así que te presento la receta mágica para olvidarlo, pero cuídado con los efectos colaterales.
Ya sécate el moco con lo primero que halles, ya perdiste la dignidad, así que si quieres aviéntalo como albañil al suelo, tú trapeas, ni quién te reclame.
Nadie te mira, estás sola en tu cuarto, prende la tele. ¿Hay algo bueno? Explora canales, busca hasta en aquéllos que no deberías ver. ¿Película erótica? Nadie te juzga, dale. Muy bien, chica de tabledance, enamorándose del chofer, el chófer y la amiga tienen una especie de frotamiento extraño que pareciera porno cristiano y es interpretado como sexo, la protagonista huye lejos... lo extraña, como tu extrañas al narigón ése que te hizo encabronar... cambia el canal. Ok, este canal sí tiene acción... es trucutrú real... se ve bien, todo marcha muy bien, ya estás tranquila, la película tiene buena trama, ¡Vaya, eso es nuevo! pero si eso es nuevo... ¡Ese actor... esa cosa... ! ¿podría ser él? No no no. Cambia canal, qué haces, no esperes ver su rostro, cambia el canal, busca a los teletubbies, anda... ¿Será tu ex o un doppelganger genital? Al menos el actor también tuvo cuerpo de perro parado.
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